La calzada de Emaús simboliza nuestro caminar por la vida cuando vamos tristes, cansados, solos. Cuando no reconocemos las cosas que nos rodean. El camino de Emaús es el camino interior a nuestra alma, cuando venimos de la derrota. Emáus es el fin. El empezar de cero. El enterrar los sueños para comenzar otros. O para no comenzar. Para quedarnos ya en Emaús y no salir.
Pero el camino, esa calzada no está sola. Aparece cuando menos lo esperas un viajante qué te pregunta por tu tristeza. La conversación es agradable. Tanto, que la noche está cayendo y se decide que el viajente pase la noche contando sus historias de viajes. En la cena ocurre algo. Si ya decíamos que notábamos algo cuando nos hablaba. Así partir el pan y escuchar su voz, cuando la luz se ha hecho dentro de nosotros y Emaús estaba en nuestro interior. Emaús es nuestro corazón. Y hacía ando en estos momentos de la vida. Acompañado de la luz del Señor.
(c) Alfonso Saborido Telegram @asaborido Instagram @asaboridosalado https://www.facebook.com/asaborido
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